quarta-feira, 13 de novembro de 2013

Muerte en la bandera dos

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José Antonio Vazquez Jorge* (José, El Lindo)

El viernes 23 de mayo de 2011, el comisario Marcos Colombo encargado de la  investigación del caso que quedó conocido como “Muerte en la bandera dos”, comunicaba en conferencia de prensa realizada en la central de Policía de Investigaciones Criminales (PIC) , en Florianópolis, que el conocido delincuente José Herrera, “el camaleón”, había confesado los asesinatos de los cuatro taxista. Los mismos ocurrieron entre la madrugada del sábado 05 de marzo y la noche del domingo  06 de marzo de este año, en las ciudades de Araquari y Balneario Barra del Sur. Lo que había confundido a los policiales en la investigación fue la información recibida sobre el calibre del arma usada en los dos primeros asesinatos, la que nunca fue encontrada.
Las balas encontradas eran supuestamente de calibre 22, calibre atípico en el mundo del crimen. Ese dato cambio el curso de las investigaciones. Al no tener informaciones precisas, solamente se sabía que habían sido muertos siguiendo el mismo “modus operandi”, dentro de los vehículos, sentados en el asiento del conductor, con dos tiros en la cabeza, precisamente en la nuca. El asesino estaba sentado en el banco de pasajeros. Como los dos habían sido muertos en la madrugada del sábado, el primero en Araquari entre 02.00h y 02.30h y el otro en Balneario Barra del Sur entre 04.00h y 04.30h, se presentaban dos situaciones; o eran dos asesinos o también podía ser solamente uno, ya que le daría tiempo suficiente para ejecutar los dos por la diferencia de tiempo entre ellos. En la noche del domingo 06 a las 22.00h, fue encontrado otro cuerpo en la cuneta de la ruta 14 que une las dos ciudades. Había sido asesinado de la misma forma, con dos tiros en la nuca. El vehiculo fue encontrado a algunos kilómetros del local del hallazgo del cuerpo, en una calle de tierra que da entrada a un establecimiento de cultivo de camarón. El médico forense de la ciudad de Joinville confirmo que la muerte tendría sucedido entre 19.00h y 20.00h. Los investigadores quedaron desconcertados al leer por Internet, el laudo del médico que confirmaba que las balas extraídas del cuerpo del tercer taxista eran de calibre 32. En ese momento un grupo especial de la policía de investigación criminal comenzaba la busca de los posibles sospechosos. Al llegar a la comisaría para buscar las notificaciones de detención y siendo aproximadamente 23.00h del domingo, los sorprendió una llamada informando de un choque en la ruta 14. Un taxi habría perdido el control y se había chocado contra una columna del alumbrado público. Al llegar, los policiales constataron que el conductor estaba muerto en su asiento con dos tiros en la nuca. Las buscas en el vehiculo les permitieron que se localizaran manchas de sangre en el banco trasero del pasajero. Los estudios que fueron realizados con las muestras de sangre, llevaron al asesino. El lunes 16 de mayo el comisario Marcos Colombo y su equipo prendían a José Herrera, “El camaleón”, en su casa en Joinville. Presionado por el comisario y su equipo, el jueves 22 a la noche “El camaleón” declaraba que había matado a Julio Costa, 33 años; a Samuca Brito, 28 años; Octavio Gropeli, 32 años y Carlos Lago, 27 años. “El camaleón” informaba que los cuatro trabajaban para él, transportando y entregando drogas, en un sistema de taxi entrega. Los cuatro taxistas estaban atrasados en el pago de las mismas y por eso fueron ejecutados. En la conferencia de prensa el delegado daba el caso por encerrado y confirmaba que fue “un hecho sin precedentes en la región norte de Santa Catarina, cuatro asesinatos en menos de 48 horas”.



* Acadêmico do 6º Período do Curso de Letras Espanhol UAB/UFSC – Polo de Itajaí.Textos originais produzidos pelos acadêmicos e publicados na sua segunda versão, sem a correção final. Salientamos que a postagem destes textos teve autorização dos autores.

terça-feira, 12 de novembro de 2013

La muerte de la Maestra

Apresentação1

Ana Paula Cardoso*

El vienes catorce de diciembre de 2012, víspera de las vacaciones de verano, comienzo de la tarde. La escuela estaba llena. Como de costumbre, en esta época del año, todos estaban agitados y ansiosos, principalmente la maestra María Clara, que ministraba clases para las turmas de español de toda escuela, que estaba situada en la Avenida Central de una ciudad del litoral de la provincia de Santa Catarina. Aquel lugar, aquella escuela, nunca vivió tamaña tragedia. Nadie imaginaba lo que sucedería.
Algunas personas que testificaron el hecho, aseguraron que jamás imaginaron que un alumno pudiera tener una reacción tan exacerbada delante de la profesora María Clara que, a pesar de la agitación, venía teniendo un día normal, por lo menos hasta las 15 horas, en el momento del intervalo para lanche de los alumnos, cuando todo aconteció!
“Cuando paramos para merendar, a las quince y treinta, la maestra vino nos servir. Ella estaba contenta. Me acuerdo de la ve entregando refrescos para los alumnos que estaban en la fila y diciéndoles palabras llenas de alegría. Le pregunte de que eran los refrescos y ella me respondió que eran de naranjas”, dice Ana Paula, una alumna que conocía aquel que adelante se revelaría el asesino.
Juan Carlos Sebastián, un estudiante de la turma del 9º año, sacó un puñal de sus bolsillos y le enterró en el cuerpo de la maestra, sin ningún motivo aparente, delante de todos.
Mediante la confusión y gritaría que sucedieron el hecho, el estudiante huyó de la escuela rápidamente, pero fue encontrado cerca de treinta minutos más tarde, a las dieciséis y quince horas.
Al ser interrogado por la policía local sobre el motivo del crimen, él alegó sólo "no gustar aquella profesora", sin demostrar ninguna emoción.
María Clara aún llegó a ser atendida, pero murió a camino del hospital, dejando alumnos y operarios de la escuela en estado de choque.
En la casa de Juan Carlos Sebastián, al remejer en sus pertenencias, la policía encontró varios recados y cartas escritos para la maestra, pero nunca enviados. En los recados, él dejaba muy claro su sentimiento de rabia y odio por ella.
Hoy, casi un año tras la tragedia, la escuela aún llora la muerte de María Clara y, como forma de homenajearla, está tramitando en la Cámara Municipal, un proyecto de ley para cambiar el nombre de la escuela para "Escuela Maestra María Clara Cardoso".


* Acadêmica doo 6º Período do Curso de Letras Espanhol UAB/UFSC – Polo de Itajaí. Textos originais produzidos pelos acadêmicos e publicados na sua segunda versão, sem a correção final. Salientamos que a postagem destes textos teve autorização dos autores.